Crónica de SOULFLY + KING PARROT + INCITE + LODY KONG (13-2-16, Valencia)

 

Bueno, como comenzar esta crónica si no es con este adjetivo: ESPECTACULAR.

Personalmente, estaba muy ilusionado por asistir a este concierto. Ni más ni menos que la banda del legendario Max Cavalera, fundador de Sepultura. Para mí este hombre es un referente, y tenía cierto temor porque se confirmara aquello de que “está acabado”. Pero de ello hablaremos más tarde.

 

Tras un viaje de 7 horas desde Sevilla, llegué con bastante antelación a la sala Rock City. Sabía de antemano que habían añadido como teloneros a Lody Kong, así que la entrada a la sala se había adelantado una hora antes. Amenicé la espera en buena compañía y, todo hay que decirlo, esperando una ansiada foto con Max. No la conseguí pero allí me encontré a Guille y a David de los Ángelus Apátrida, así que tampoco estuvo tan mal la espera.

 

 

A las 10 comenzó a tocar Lody Kong, banda formada por Igor y Zyon Cavalera, John Bauer y Shanks. Un agradable comienzo, con una muestra de que el linaje Cavalera produce buenos artistas. Poco a poco la sala se iba llenando y se iba formando buen ambiente.

 

 

Tras terminar Lody Kong, hubo un rato de espera y saltaron al escenario Incite, formada por otro Cavalera, esta vez Richie, Lennon López, Christopher “E.L.” y Rome. Estos aumentaron la brutalidad a la noche, formando los primeros pogos y dejando un buen sabor de boca a los presentes, demostrando otra vez que de los Cavalera solo sale calidad musical.

 

 

Al finalizar Incite, otro rato y comienza lo que para mí fue el descubrimiento de la noche: King Parrot. Procedentes de Australia, practican una mezcla de Heavy, Thrash, Grind y Punk. Formada por Mr. White, Squiz, Slatts, Toddy y el salvaje vocalista Youngy, que desde el comienzo no concedió descanso al público. Quitaba las coletas del pelo a aquellos inmóviles que no movían el cabello al ritmo de la música, rociaba al público con agua o directamente se la echaba encima o en sus partes nobles, agitaba cabezas, metía dedos en la nariz a los de la fila de delante (entre los que me encontraba yo)… En resumen, una brutalidad tanto en el espectáculo como en la música. Por mi parte me lo pasé como un enano y me quedé con un descubrimiento genial.

SETLIST:

-STENCH

 

Tras acabar King Parrot, por fin llegaba el momento del plato fuerte.

 

Tras mucha espera, por fin salió al escenario Max Cavalera, así como los demás de Soulfly: Zyon Cavalera (que repetía labores tras la batería ya que tocó con Lody Kong), Marc Rizzo y Mike Leon. Con el primer tema de su nuevo álbum “Archangel”, “We Sold Our Souls To Metal” comenzó la actuación. Los pogos se repetían una y otra vez, intensificándose sobre todo en las canciones clásicas de Sepultura tal que “Arise”, por ejemplo. Por mi parte disfruté todo: desde los temas del disco nuevo, pasando por las clásicas de Soulfly como “Prophecy” y por supuestísimo las de Sepultura. Muchas críticas había leído sobre la voz de Max Cavalera, sobre todo que estaba en las últimas. Bajo mi punto de vista, nada más lejos. Evidentemente no es la voz de aquellos años de Sepultura pero desde luego para mí sonaba genial, no más lejos que el cambio de voz de Dave Mustaine ni un cambio tan radical como el de James Hetfield a lo largo de su carrera. En fin, como en todos los aspectos de la vida cotidiana, siempre hay lugar para quejas.

Lo único lamentable de la noche fue que un asistente, al intentar hacer “stage diving”, fue agarrado y echado violentamente del escenario por un seguridad, que provocó una mala reacción de algunos del público que arrojaron vasos al escenario. Por lo demás, un espectáculo perfecto, para mí al menos.

SETLIST:

-WE SOLD OUR SOULS TO METAL

 

 

Tras acabar, para mi tristeza, esta actuación, todavía quedaba una sorpresa más: Youngy, de King Parrot, subió al escenario y cantó junto a Max una cover de “Ace of Spades”, en homenaje al mítico Lemmy Killmister. Una guinda para la noche más que sobresaliente, de la cual me llevo gratos recuerdos como la púa de Max (todo cabe decirlo), unos moratones y en la memoria siempre un rastro de esta magnífica noche de metal.