Apenas llegado del LEYENDAS DEL ROCK me dispongo a hacer una primera valoración en caliente de esta edición. Dejando las crónicas para próximas fechas.

 

Podemos hablar de una vuelta a los orígenes del festival, con menos lujos, para muchos faltaban nombres arriba del cartel, pero una vez pasado se puede decir que para los amantes del metal en general un cartel se construye de abajo hacia arriba, y este año ha habido para todos los gustos, calidad y muchas sorpresas. ¿De qué sirve tener cabezas de cartel imponente si el resto del mismo no atrae? Y lo que más me alegra es que el día de presentación copado por bandas nacionales fue un rotundo éxito de asistencia.

 

Hablando de la asistencia, aunque dio la sensación de ser menor, en momentos puntuales (LOS BARONES, AVANTASIA o AIRBOURNE) se podría asemejar a la de año anteriores, sin los agobios por excesos de público como viví por ejemplo cuando tocó MEGADETH. Eso permitió que se pudiera disfrutar de maneras más anchas de la fiesta montada por ALESTORM.

 
 

Si antes hablaba de la calidad del cartel y de los mal llamados grupos pequeños, este año se ha confirmado la tendencia, el REALE se está quedando pequeño para muchas bandas, y se llenó y rebosó en muchas ocasiones, mientras muchas bandas llenan los escenarios principales por inercia.

 
El LEYENDAS DEL ROCK goza de un colchón de fieles, que años tras años vuelven, un paseo por el recinto lo atestigua, centenares de caras conocidas, gente que años tras años responden a la llamada del Leyendas. Ese el verdadero secreto y tesoro de este festival.