Review: ISTHAR y su más reciente trabajo “Pequeña sinfonía africana” (Rock CD)

 

 

La producción ha corrido a cargo de Morcuende y de Juan Olmos, técnico de sonido y que además en alguna de las canciones ha aportado su voz y tocado los teclados. El propio José Luis junto a Daniel Rodríguez, se han encargado del diseño del álbum por lo que se puede decir que estamos ante una obra de marcado carácter personal.

 

ISTHAR nació en los años 70, en Pinto (Madrid) de la mano de José Luis Rodríguez Morcuende. Y que como suele ser habitual en este tipo de banda a lo largo de su vida ha sufrido parones, regresos, discos y proyectos en paralelo. Para este trabajo, la formación de ISTHAR ha estado compuesta por Morcuende, que ha cantado, ha tocado la guitarra y el bajo. Este ha estado acompañado por los guitarristas Charly García y Óscar García Morena, quienes son el núcleo central en la formación de los últimos ocho años. Para la grabación se ha contado con el batería Anto Fernández, el percusionista Álex Rodríguez, el clarinetista José Antonio Muñoz y la voz en solitario de Isabel Moreno, también en funciones de corista y como no, ya habíamos comentado con Juan Olmos en los teclados.

 

El disco es un álbum conceptual en el que se da visibilidad a la explotación y abuso que sufre África y sus habitantes. Pequeña sinfonía africana contiene diez cortes en los que abundan las partes y las pistas instrumentales. El álbum está dividido en dos partes: La primera son cinco temas que giran, temáticamente, en torno a la segunda parte, la cual se trata de la suite principal que da título al disco.

 

Pequeña sinfonía africana comienza con una introducción pausada e instrumental titulada Más allá del estrecho siendo una pista de hard rock con mucho aire progresivo. La siguiente, Un bosque artificial trata sobre el relato de un emigrante en su travesía. Un tema mezcla de rock progresivo y  sinfónico con aires setenteros, con un comienzo instrumental de más de un minuto y un final también instrumental pero mucho mas intenso. La siguiente pista, de título África, es el tema mas largo del disco, siendo la duración de 11 minutos. De este tema se incluye una versión corta a modo de bonus track al final del disco, comenzando suave y se va animando, aportándonos sonidos de jazz, progresivos, sinfónicos, ritmos étnicos… un verdadero tema de fusión de estilos. El álbum continúa con No hay dos sin tres, tema muy hard rockero, con unas maravillosas guitarras durante todo el corte. Finalizando la primera parte con Cacería a un ser humano, tema casi instrumental en su totalidad, excepto terminando la canción donde Morcuende recita un texto. Esta pista es una demostración de maestría y buena ejecución instrumental de toda la banda para culminar magistralmente la primera parte de esta obra.

La segunda parte de Pequeña sinfonía africana consta de cuatro movimientos. Los tres primeros son en su totalidad instrumentales, siendo un derroche de maestría técnica. Dónde se mezclan y fusionan, distintos enfoques y estilos musicales. El segundo movimiento está dividido en cinco partes: Mediterráneo, Sentimientos, Nostalgia, Supervivencia, y Renacimiento. El cuarto movimiento tiene letra, siendo esta muy dura y crítica con la situación que se vive en el continente africano.

 

El disco finaliza con la versión corta de África, bonus track que pone el punto final a un disco que es una verdadera explosión de creatividad y donde hay sitio para un gran abanico de estilos musicales, que abarcan desde el rock progresivo y sinfónico, pasando por el hard-rock, el jazz, la experimentación instrumental… Todo ello consigue que esta ambiciosa obra sea maravillosamente genial y cautivadora. Es un discopara degustarlo despacio y lentamente, poniendo todos los sentidos en su escucha y así disfrutar de principio a fin, para descubrir que Pequeña sinfonía africana es una verdadera joya de rock progresivo.

 

Las canciones suenan geniales, dándole un aire de experimentación y originalidad diferente a la música comercial y repetitiva que nos inunda últimamente, sorprendiéndome con sus originales y poco comerciales propuestas artísticas. Mandando a la mierda a las leyes del mercado musical, consiguiendo crear un producto de una exquisitez abrumadora.