Crónica: TALCO pone el ritmo en Sevilla (Malandar, 2-10-19)

En Metal Korner nos gusta salirnos de la norma y a veces nos tiramos al barro con grupos que no por ser afines a nuestros gustos tienen mucho que ver con el metal. O sí. La noche del miércoles se presentaba movidita en Sevilla gracias a A La Carga Producciones con el concierto de los italianos TALCO, la banda de ska-punk del momento. Los de Venecia regresaban a la capital de Andalucía después de cinco años de su última visita. Precisamente aquella vez contaron con la misma banda invitada, los locales EL BASTÓN DE LA VIEJA.

 

Estábamos aún fuera de la sala cuando, puntual a su cita, el cantante de EL BASTÓN DE LA VIEJA salió del local, cono de tráfico en mano, anunciando el comienzo del show y presentando a su “archidesconocida” banda. Algo que yo no había visto nunca. Está bien que te sorprendan, desde luego. Sobre todo si es así. Original manera de atraer a un público muy diverso en su estilo y manera de vestir que se aglomeraba en las inmediaciones de la sala Malandar.

No salí de mi sorpresa al ver por primera vez a estos sevillanos sobre el escenario, pues no es habitual ver una banda con un total de nueve miembros. Además, desde el minuto uno, hicieron bailar a un número considerable de seguidores que no quisieron perderse su concierto. Lo hicieron muy bien, ya no solo porque al grupo se le ve con tablas y con la maquinaria engrasada, sino porque cuadrar tantos instrumentos no debe ser nada fácil. Con una imagen desenfadada y simpática, abordaron con tono satírico algunos de los temas más recurrentes de crítica social con una puesta en escena que rozaba lo teatral.

Su música, en la que combinan de una forma muy fluida y natural géneros como el rock andaluz, cumbia, tango, reggae y algo de electrónica bajo el paraguas del ska y el punk, adquiere su máximo esplendor en directo en lo que ellos denominan “skabaret party & variety show”. Total, una movida que os recomiendo que no os perdáis si tenéis ocasión. El concierto en cuestión no iba a ser uno más, pues ante la baja de su vocalista Febes tras marcharse a Irlanda, quien fue su primer cantante Txopelu Hoc se subió a las tablas de nuevo. Y, la verdad, parecía como si sus caminos nunca se hubieran separado.

Su setlist tuvo temas de toda su carrera centrándose en Gasta cuidao, su segundo LP lanzado ya en 2015, mientras esperamos su continuación. Uno de los momentos más llamativos del show fue cuando dividieron al público en tres grupos, siendo cada uno de estos encargados de corear algunas de las letras y ritmos. Otra cosa que tampoco había visto nunca. Un concierto la mar de entretenido y perfecto para hacer boca y caldear el ambiente.

Tras la animada descarga de la banda sevillana, tocaba prepararse para más de una hora de bailoteo y pogueo sin parar con TALCO, que seguían presentando su octavo disco And The Winner Isn’t…, a pesar de que su repertorio estuvo basado en toda su discografía. Una especie de “grandes éxitos” para que nadie se quedara con ganas de escuchar algunos temas más antiguos. La sala pasó de tener un tercio de su aforo completo a sobrepasar con creces los dos tercios, dando una sensación de lleno que para un miércoles no está nada mal.

 

Una primera acometida con Il Tempo, de su anterior Silent Town, y el clásico L’Odore Della Morte, con el que arrancaba su primer disco Tutti Assoliti, fue suficiente para poner a todo el público a bailar al ritmo que imprimían los venecianos. Y es que cuando un grupo está en la cresta de la ola de su popularidad, se nota. Me recordaba, de hecho, a lo vivido en esa misma sala meses atrás con los asturianos Desakato, bandas que se conocen bien de coincidir en multitud de carteles a lo largo y ancho del estado.

Y eso que Dema, voz y guitarra del quinteto, no estuvo especialmente inspirado vocalmente y por momentos parecía algo apático pese a la fiesta que tenía delante. Daba igual, pues era presentar temas como La Mano de Dios, dedicada a Maradona (no es ningún secreto que son fanáticos del fútbol, como recordaron incluso durante el concierto) o la ya mítica St. Pauli, y la sala se venía abajo, no solo por los enormes pogos, sino también por la demostración de italiano amateur que el público se marcaba con las letras.

 

Un tema de una popularidad creciente en los últimos años como Bella Ciao no se podía quedar fuera, y es que la versión de los italianos del icónico himno antifascista tiene una pegada brutal. Tampoco otros grandes temas de aquel Combat Circus, como A La Patchanka, La Carovana o Tortuga, ya casi al final, con un circle pit pedido por Dema y secundado con gusto por los asistentes. Entre tanto, el vocalista recordaba los inicios de la banda hace ya 15 años, mostrándose incrédulo sobre el éxito que han cosechado en este tiempo. Con nostalgia recordaba su juventud y pedía, con sorna, que la gente bailara como si tuviera 26 años (seguramente la edad media del público).

El final vendría marcado por el tema más icónico de los italianos, La Torre, que no dejó un alma quieta en la sala. Ponían así el broche a un concierto sobrio y efectista. Y es que a TALCO no le hacen falta grandes alardes para hacer que el público se lo pase bien a golpe de trompeta. Agradecemos el detalle que tuvieron con Metal Korner pinchando una versión de The Trooper a mandolina… Porque imaginamos que fue eso y no que la banda de Steve Harris es la debilidad de Dema.