Por Rafa González (texto) y Píntame de Negro -Eva Rodríguez- (fotografías)

 

 

Jueves sangriento en la sala Nazca. MANGUALES EXTREME METAL UNION, que se está posicionando últimamente como la promotora más puntera de black metal de España, traía a ABSU a Madrid. Para el que no lo sepa, ABSU es un grupo de culto en el panorama del black proveniente de Texas. Y, dado que Proscriptor Mcgovern es el único miembro antiguo que queda en la agrupación, para esta gira reclutó a los miembros de la banda de black metal griega ZEMIAL.

 

 

Acompañado por dos escudos vikingos, el primer grupo en tocar fue NETÓN, banda tematizada en la guerra. Tanto es así que el cantante salió al escenario con la cara pintada como de guerrillero, y tanto él como el bajista, llevaban una ropa muy pintoresca, al estar llena de manchas de pintura roja.

 

 

Es black/death frenético, como debe ser. Una sucesión de punteos agudos super afilados respaldados por un eterno blast beat y por el peso del bajo. Se nota mucho la influencia del thrash metal. Es una música muy cruda, con muy poca melodía. 

 

 

La voz variaba del grito grave al gutural agudo. Cantaba como a golpes, alargando mucho la última sílaba. Y en idioma español, por cierto.

 

 

En total, un buen directo donde todo se escuchaba muy bien. Veremos hasta dónde llega NETÓN en un futuro, ya que ahora mismo solo tienen publicada una demo. 

 

 

A continuación llegaba LÓSTREGOS desde Galicia. Este grupo canta en gallego, lengua que he podido comprobar que se nota más en disco que en directo. El cantante principal, que es el bajista, cantaba con guturales agudos al estilo del black metal, mientras que uno de los dos guitarristas hacía unos growls extremadamente graves.

 

 

Los dos guitarristas dominaron muy bien las armonías. Con su trémolo melodioso, sonó a black metal puro sin lugar a dudas. Son este tipo de composiciones a largo plazo que te atrapan y no te sueltan.

 

 

Su música es una fábula siniestra. Suena malvada pero no plenamente, ya que conserva bastante romanticismo. Tampoco es pleno su corpsepaint, ya que la banda iba pintada solo con una parte de color negro. Y aparte de eso, todos sus componentes iban sin mangas.

 

 

Concluyendo, LÓSTREGOS demostró ser uno de los nombres más prominentes del black metal español actual. Según algunos, fue la mejor actuación de la noche.

 

 

Después de un breve descanso fue el turno del cabeza de cartel, ABSU. En los últimos tiempos está tocando el disco The Sun of Tiphareth para celebrar su 30 aniversario y se proyectaron imágenes sobre el citado trabajo en la pantalla. Otra cosa muy digna de mención en cuanto a su puesta en escena es la ropa del cantante: harapos negros agujereados y guantes plateados. Además tiene un pie de micro con una especie de estrella satánica muy enrevesada.

 

 

Su música es black/thrash, y en ese orden, más black que thrash. A diferencia de LÓSTREGOS, es un sonido muy directo y agresivo, basado mayormente en composiciones más simples. A este respecto, el instrumento que más me llamó la atención fue la batería; que, con prodigiosos redobles y un platillo que sonaba como un cencerro, tenía muchos momentos para brillar. 

 

 

El cantante, Proscriptor, demostró mucha presencia sobre el escenario. Los guturales eran muy agudos, pero el lado thrash hacía que la guitarra no fuera tan aguda como acostumbra el black metal. Se nota la influencia de los primeros trabajos del thrash teutón, pero al mismo tiempo tiene canciones que rompen a lo MAYHEM.

 

 

Mi tema favorito del disco, el homónimo, hizo honor a mis expectativas. Tocaron también un par de otros álbumes y canciones de ZEMIAL. Estas últimas incluían solos de guitarra muy técnicos y alguna canción un tanto progresiva que recordaba a DEATH. Todo perfectamente ecualizado y con una máquina de humo que ayudó a terminar de dejar esa malvada imagen de bruja come-niños del bosque al acecho.

 

 

A pesar de que al finalizar el concierto me enteré de que a más de uno le decepcionó, la sensación en la sala fue muy buena. Quien no demostró su satisfacción con aplausos y vítores, lo hizo en el pogo. A mí me gustó mucho, pero sí que es verdad que se me hizo un poco largo.