Por Edu Quiroga
El pasado viernes tuvo lugar en la Sala X de Sevilla el Friday 13th Death Metal Festival. Esta fecha resulta significativa en relación a la temática del show, por lo que quedó plasmada en el cartel con llamativas letras góticas. El espectáculo resultaba prometedor, aunando a los veteranos NECROPHILIAC como cabeza de cartel, junto con sangre nueva y representantes de la escena actual de death en Andalucía: KRYPTICY y SEED OF KHAOS.
Los tres grupos presentaron contenido novedoso, tanto en formato disco como single. La Sala X estaba llena, y reunió a un público enérgico, de todas las edades.
Con bastante puntualidad, el concierto lo abrió SEED OF KHAOS, haciendo un death metal con tintes de melodic hardcore. Los temas, potentes y bien interpretados, hacían una combinación muy atractiva de groove y melodía. Entre estos, presentaron su nuevo single Carnage, que representa bien dicha combinación, reuniendo ritmos más rápidos y caóticos, riffs pesados y partes en las que la melodía está muy presente.
Los acoples y otros problemas de sonido, algo que se halló presente durante todo el show, pudieron desvirtuarlo en cierta medida, pero la banda lo gestionó con una madurez respetable. Sin duda su cantante fue lo más cautivador de la banda, ya que hizo un despliegue carismático de actitud y energía, algo que personalmente me faltó por parte del resto de miembros. A veces, creo que resulta beneficioso sacrificar algo de técnica a cambio de una mayor performance en un concierto. Con más tablas en directo, esta banda puede dar mucho que hablar en la escena en poco tiempo.
Tras SEED OF KHAOS, se suben al escenario los malagueños KRYPTICY, haciendo un espectáculo que me pareció impecable. Una actitud potente y fanfarrona que recordaba a los mismísimos PANTERA, haciendo un buen balance con un sonido pesado, bastante nítido en cuanto a ecualización, y muy sólido. Tras conocerlos, sorprendido por su último álbum Hideous Being (2013), tenía muchas ganas de ver lo que tenían que decir en directo y no decepcionaron en absoluto. Los temas te llevaban constantemente hacia arriba con blast beats para después caer con ritmos lentos, donde se podía ver a todas las filas de público haciendo headbang.
KRYPTICY anunció, creo que por primera vez, que van a sacar nuevo álbum dentro de poco. Tras el concierto, quise preguntarles sobre el nuevo material. Álex, el cantante, me dijo que en este nuevo álbum han buscado un sonido más sólido y robusto, más ‘brutal’ fueron sus palabras. La banda ha cambiado su formación desde Hideous Being, por lo que dicho cambio también ha influido en la evolución del sonido de KRYPTICY. También me comentó que actualmente se encuentran en la búsqueda de un bajista para la formación.
Y por último, al final de la noche, llegó el momento que todos estábamos esperando. NECROPHILIAC se sube al escenario. Y escribo esperando a conciencia, ya que los problemas con el sonido hicieron que el show se retrasara más de media hora. Llegó a percibirse bastante tensión entre miembros de la banda y el equipo de sonido de la sala, ya que al parecer no llegaban a estar cómodos con el monitoreo. Finalmente, y sin llegar a estar del todo satisfechos, NECROPHILIAC empezó el concierto, y debo decir que la espera valió la pena. Este fue el show en el que realmente se sintió el espíritu del death. Oscuridad, humo, siluetas y melenas ondeándose a un ritmo lento y macabro.
No conocía mucho a esta banda, aunque sabía que eran de Utrera, y que habían sido relevantes entre las décadas de los 80 y 90. El concierto fue espectacular tanto en el sonido como en la puesta en escena. El sonido era fuerte y sólido, con riffs pesados y apagados combinados con melodías venidas del infierno. La interpretación impecable, y la imagen del grupo era perfecta para dejarse llevar y situarse en algún lugar prohibido y maligno. Los gestos y actuación del cantante también te empujaban a sumergirte en este ambiente. El feedback del público fue muy positivo.
NECROPHILIAC presentó en este concierto contenido del álbum que sacaron en 2020 No Living Man is Innocent, 27 años después del último álbum que sacaron Chaopula – Citadel of Mirrors en 1993. Pese a ser la banda más veterana que tocó en el festival, mantienen una frescura y un carisma admirables. Durante el show se subió al escenario Dave Rotten, cantante de AVULSED, y cantó algunas frases con Bongo, cantante de NECROPHILIAC.