Por Rafa González.
DEATH CHAPEL es una banda de la que ya hemos hablado previamente en este medio, tanto en reseña (enlace aquí) como en crónica (enlace aquí). Pero como nunca han sido entrevistados en un medio español, el enfoque de esta conversación será generalista, como para que la lea quien aún no sepa absolutamente nada de la banda. No obstante, el motivo de la entrevista es claro: la publicación del primer LP (Ichor) de esta jóven banda death metal de Gotemburgo, Suecia. La conversación está traducida del inglés y participa principalmente Erik Gustafsson, con intervenciones de Wictor Berestål y Leon Olsbo.
Metal Korner: Hola, muy buenas. Para empezar querría preguntaros cómo definiríais vuestra música.
Erik: Nadie lo sabe realmente, simplemente tocamos lo que creemos que suena bien y yo luego le añado los gritos . En cuanto al género, lo más cercano sería el death metal, pero es un término muy amplio. Nuestra música está llena de riffs progresivos y es bastante melódica.
Wictor: Un poco oscura, melancólica y enérgica. Es como si la música de un funeral fuera compuesta por el motor de un barco.
MK: Interesante. ¿Quiénes componen la banda?
Erik: Gabriel Sepúlveda (guitarra rítmica), Leon Olsbo (bajo), Wictor Berestål (guitarra solista), Sode Timmerås (batería) y yo, Erik Gustafsson (voz).
MK: ¿Y participáis todos en la composición de la música?
Erik: Sode (batería) y yo somos los que escribimos las letras. Generalmente intentamos repartirlo al 50/50. Mi estilo es más personal, suelo escribir sobre mis experiencias o sobre mi aversión hacia la religión. Mientras que Sode tiene una perspectiva más global, criticando gobiernos y líderes. Por otro lado, nuestros guitarristas, Gabriel y Wictor, son quienes componen la música.
Wictor: Normalmente, simplemente estoy en casa frente al ordenador, o se me ocurre un riff mientras voy en coche o estoy en el trabajo, y lo grabo en cuanto llego a casa.
MK: Contadnos sobre vuestros anteriores trabajos.
Erik: En nuestro primer lanzamiento, Human Nature, aún estábamos encontrándonos a nosotros mismos y definiendo nuestro sonido. Es lo más black metal que hemos hecho, pero hay que reconocer que las voces son una basura, una absoluta basura. Envy the Sun fue mucho mejor y también un poco más experimental. Personalmente, me encantan los sencillos que sacamos después, Acidification y Vem Kan Segla, porque realmente nos permitieron experimentar aún más con el sonido.
Wictor: Coincido con Erik en que el primero, Human Nature, es bastante malo. Envy the Sun, nuestro segundo EP, es un poco mejor. Nuestro siguiente sencillo, Acidification, se siente como si te estuvieras clavando unos clavos en la cabeza. Vem Kan Segla fue un desvío, queríamos ver si podíamos hacer death metal a partir de una canción folclórica antigua. Finalmente salió un sencillo bastante bueno.
MK: Hoy, 28 de febrero, lanzáis un nuevo trabajo titulado Ichor. ¿Qué enfoque musical habéis tomado esta vez?
Erik: Ichor es realmente una mezcla de géneros. Lo llamamos death metal porque es un término amplio. Tenemos la canción Pillan, que es muy similar a Wander, con una gran influencia de AT THE GATES y el sonido del death metal de Gotemburgo. Sin embargo, Anthropocidic es claramente una pieza de metal progresivo, y también incluimos temas más melódicos como The Path of Reconcile, que recuerda bastante a AMON AMARTH. De hecho, dentro de la banda bromeamos diciendo que es nuestra canción para Eurovisión.
En cuanto a letras, el álbum trata sobre crítica social -como todos los discos de metal (risas)- pero también aborda el cuestionamiento religioso y el caos de los acontecimientos actuales en el mundo. La palabra Ichor significa la sangre de los dioses, y sentimos que un tema recurrente en el álbum es una sociedad olvidada y en ruinas, lo cual inspiró el arte de la portada. Todas las canciones del disco giran en torno a esa idea: una civilización perdida, el mundo derrumbado… Nos inspiramos mucho en la guerra y las catástrofes que están ocurriendo en todo el planeta en este momento.
MK: Sí, eso es lo que sentí al leerlas: un enfoque nihilista y antirreligioso frente a la catástrofe. Ahora, contadnos sobre la portada del álbum. Está inspirada en una de las civilizaciones precolombinas americanas, ¿verdad?
Leon: Yo fui el encargado del arte visual. La figura en la portada es Xōchipilli, un antiguo dios de la mitología azteca. Se relaciona con la temática del álbum y también es un comentario sobre el genocidio de los pueblos nativos americanos a manos de los europeos.
MK: ¿Qué opináis sobre la escena del metal en Gotemburgo actualmente?
Erik: La escena aquí en Gotemburgo no es muy grande, pero tenemos una cultura fuerte y una historia muy rica. La ciudad está llena de músicos y bandas increíblemente talentosas. Dicho esto, la escena del metal es bastante pequeña; el hardcore y el punk han tomado mucho protagonismo, especialmente entre el público más joven. Pero aún así, siento que el metal está volviendo. Cada vez surgen más festivales y conciertos, lo cual es una señal prometedora. Yo soy uno de los fundadores de Crushed to Death, una organización sin ánimo de lucro dedicada a revitalizar la escena. Estamos trabajando en proseguir con nuestro propio festival de metal en Gotemburgo: el CRUSH FEST. Lo organizamos el año pasado en Musikens Hus y fue una experiencia increíble. Esperamos repetirlo este año. Así que, aunque la escena aún es pequeña, realmente creo que está creciendo.
MK: ¿Cómo creéis que las salas de ensayo públicas y los centros culturales que organizan conciertos para menores de 18 años influyen en la escena musical sueca de cara a los jóvenes? Porque, por ejemplo, en España no tenemos ese tipo de cosas.
Erik: Los centros culturales y la disponibilidad de salas de ensayo fueron clave para nosotros. Poder empezar a ensayar gratis cuando éramos adolescentes, en un estudio equipado con todo lo necesario, es la razón por la que nuestra banda pudo salir adelante. Es, de hecho, una de las razones por las que Suecia tiene tantas bandas de metal (creo que somos el segundo país con más grupos de metal per cápita, solo detrás de Finlandia). Además, el hecho de que haya centros culturales donde se pueden organizar conciertos gratuitos ayuda muchísimo a que las bandas jóvenes tengan oportunidades de tocar en vivo y adentrarse en la escena.
MK: ¿Cuál ha sido el concierto de DEATH CHAPEL que más habéis disfrutado y por qué?
Erik: Creo que todos estamos de acuerdo en que el concierto más divertido fue en el barco Nautica aquí en Gotemburgo. Solo había unas 20 personas, pero el espacio era muy reducido, todos estábamos bastante borrachos y el público también. Además, fue nuestro primer concierto en un barco, lo cual ya de por sí es genial.
El del CRUSH FEST en Musikens Hus, también fue increíble. Había mucha gente y muy buen ambiente. Por añadir, la última vez que tocamos en Fängelset fue bastante divertida: lanzamos rollitos de canela al público y tuvimos a un Jesucristo en el escenario. Además, hubo moshpits durante todo nuestro set, lo cual nos encanta.
Es difícil elegir solo uno. Cada concierto tiene su propio momento especial. En general, siempre nos lo pasamos muy bien en el escenario.
MK: ¡Mola! Última pregunta: ¿Qué conciertos tenéis programados próximamente?
Erik: ¡Buena pregunta! Últimamente todos hemos estado tan ocupados con nuestras vidas personales que no hemos tenido mucho tiempo para ensayar ni buscar conciertos. Si surge uno, claro que no lo rechazamos. Pero tenemos algunos planes interesantes para el futuro. No vamos a revelar mucho, pero si todo sale bien, podría ser lo más grande que hayamos hecho hasta ahora. Como pista diré que con suerte nos podrán ver en otros países de Europa pronto.
Para terminar, dejo aquí abajo el enlace a Ichor para que todos lo podáis escuchar.