Por Rafa González; fotografías: Icónica Santalucía Sevilla Fest
Me ilusionaba mucho volver al ICONICA SANTALUCÍA SEVILLA FEST, ya que mi única experiencia previa allí, viendo a los SCORPIONS, fue muy buena (crónica aquí). Me atrevería a decir que la Plaza de España es uno de los lugares más bonitos de todo el país, por lo que poder disfrutar de un buen concierto ahí es una auténtica gozada. Además, todo está muy bien organizado y, gracias a las luces multicolor que emanan de torres y pasillos, la plaza se vuelve aún más bonita si cabe.
ANGELUS APATRIDA empezó al atardecer, cosa de agradecer, ya que el calor de Sevilla en verano es de sobra temido. Su participación como teloneros se anunció muy poco antes del día del concierto. Una banda que muchos hemos visto, en mi caso como cinco veces, pero que encaja genial en cualquier cartel thrash metal. Seguramente la banda de thrash más grande de toda España, pero siempre tocando con tantas ganas como si fuera su primera vez.
Durante su carrera ha pasado de un thrash metal muy convencional a uno con partes más melódicas. Se ve desde el principio del concierto, al tocar primero Adoctrinate y luego Cold. La primera es thrash durito sin contemplaciones y la segunda es del último disco, con estribillo suave y pegadizo. Cuando es menos sentimental se parece un poco a HAVOK. Y cuando sí lo es, puede que a METALLICA, pero poco.
Haga lo que haga, tienen muchas canciones buenas. Un ejemplo es Sharpen the Guillotine, de su penúltimo álbum Cabaret De La Guillotine. Y, por supuesto, su tema más famoso: You Are Next, canción que supone una descarga brutal de blast beats y riffs ultra rápidos. Todo fue genial exceptuando la ecualización, ya que el bombo de la batería se escuchaba demasiado y todo sonaba un poco difuso. Muy buen ambiente.
Luego llegaba el turno del cabeza de cartel, MEGADETH. Dado que cuando lo vi en 2023 me gustó más que cuando los vi en 2017, tenía esperanzas de que esta tercera vez fuera también buena (a pesar de las duras críticas que llevan cosechando los vocales de Dave Mustaine).
Antes de la actuación se reprodujeron muchos anuncios por las pantallas y los altavoces. Luego pusieron algunos temazos clásicos, siendo Inmigrant Song de LED ZEPPELIN el último en sonar de todos. A continuación, la banda arrancó la actuación comenzando por Hangar 18, y tengo que decir que mi primera impresión sobre la voz fue muy mala. Sonaba demasiado blanda, le faltaba fuerza. Pero aún así, el público aplaudió mucho cuando terminó. En las siguientes dos canciones me dio la impresión de que Dave Mustaine cantaba muy bajito precisamente para camuflar su edad. De hecho, no fue hasta la cuarta canción que la voz empezó a sonar más fuerte y mejor.
Countdown to Extinction fue la canción que me devolvió de lleno a la ilusión después del chasco del inicio del concierto, un tema tranquilo con mucha personalidad. Luego fue el turno de Sweating Bullets. La primera estrofa no la cantó Mustaine, esperando que lo hiciera el público; pero la mayoría de españoles, aunque hayamos escuchado 100 veces la canción, no nos hemos quedado con la letra. Por tanto, quedó un poco vacío todo. Como punto positivo, moló que en el estribillo Mustaine hiciera un poco de teatro con sus muecas. Se notaba que lo estaba pasando bien.
La banda tiene un backing track con teclados y demás elementos sinfónicos que juegan un papel importante en canciones como Trust. En Tornado of Souls Mustaine volvió a dejar que la gente cantara en el estribillo, pero esta vez la gente se la supo mejor. El reemplazo de Kiko Loureiro a la guitarra, Teemu Mäntysaaride, mostró estar totalmente a la altura en el solo de esta canción. Además, la ecualización fue mejor que la de ANGELUS. Yo diría que el volumen de todo estuvo justo donde tiene que estar.
Dystopia me recordó cuánto más me gusta el penúltimo álbum comparado con el último, del que tocó no más de dos temas. En realidad fue un concierto de grandes éxitos. También hubo lugar para temas muy antiguos, como Peace Sells o la frenética Mechanix. Otro momento esperado por todos era el de Symphony of Destruction, donde el público coreó el mítico «MEGADETH, MEGADETH, aguante MEGADETH!». En cuanto a mosh pits estuvo bastante tranquila la cosa. Desde la parte izquierda de la pista solo vi uno, que fue bastante modesto hasta que llegó Holy Wars y la gente se revolucionó. Desgraciadamente, esa fue la última canción que MEGADETH tocó. Pero no hay quejas, ya que en total el show duró como 1 hora y 30 minutos.
Se notó que hubo bastante más gente durante MEGADETH que durante ANGELUS APATRIDA. Y a juzgar por el aspecto de la grada y la pista, el evento fue todo un éxito a nivel de asistencia, convocando a personas de muy diversa calaña. Sin embargo, yo creo que si en lugar de MEGADETH tocara otra banda legendaria, pero no tan famosa del género -como EXODUS o SODOM- no se habría presentado ni la mitad de gente.